En nuestra sociedad, es muy común que demos una gran importancia a lo externo, a lo que sucede a nuestro alrededor, a lo que viven, tienen y piensan los demás, para formarnos una imagen más o menos positiva sobre nosotros mismos.

Incluso, llega hasta tal punto esta sociedad, que el hecho de amarse a uno mismo es muchas veces considerado como algo egoísta, con calificativos como “creído” o “engreído”.

Esto no deja de ser otra de las creencias equivocadas que hemos adquirido, un patrón heredado, puesto que, como seguro ya sabes, el amor incondicional hacia los demás (incluyendo a tus hijos) empieza con el amor incondicional hacia uno mismo.

Esto significa aceptarnos tal y como somos, mejorar aquello que deba ser mejorado, pero poniendo el foco en las fortalezas, no en las debilidades.

La forma en la que nos cuidamos tiene mucho que ver en cómo nos percibimos, y al estado de ánimo en el que nos encontramos. Atendernos, sobre todo cuando somos padres, no es un derecho, es una obligación. Es faltarse al respeto a ti misma o a ti mismo, es dejar de escuchar tus necesidades primordiales.

Incorporar el autocuidado en nuestras vidas nos permite atender y entender nuestras necesidades, no dejar que las necesidades de los demás estén siempre por encima.

En muchísimas ocasiones nos encontramos adultos, padres y madres que quieren dejar de gritar a sus hijos, que quieren tratarlos con respeto y dejar de recurrir a castigos, gritos o amenazas para que colaboren. Sin embargo, estos mismos adultos reconocen que son incapaces de controlarse, que llega un momento que se destapan y explotan.

 

TÉCNICA C.E.M.

 

En CFC hemos ideado la técnica C.E.M. como medio vital y fundamental para aprender a controlar nuestras emociones, y lograr educar a nuestros hijos siendo el ejemplo que realmente necesitan.

Esta técnica implica conectar tres partes fundamentales de uno mismo:

Cuerpo: a través de alimentación saludable.

Energía: a través de ejercicio físico.

Mente: a través del agradecimiento y de la conexión con el YO (meditación, mindfulness, respiración consciente).

 

Es un acto de consciencia darte cuenta de que debes cuidarte para cuidar bien, que para que tus hijos se controlen, primero debes controlarte tu, que para que tus hijos no te griten, primero tienes que hablarles tu con respeto.

 

Si quieres conocer más técnicas para dejar de gritar, para aprender a controlar tus emociones, para acompañar de forma respetuosa a los niños, y aprender alternativas eficaces al castigo, estableciendo límites claros, te aviso que estamos a punto de abrir otra edición de la Formación Intensiva Online Crianza Respetuosa y Consciente, con la que, a través de 7 módulos, cursos específicos y muchísimo material complementario, conseguirás convertirte en una madre o un padre que no necesitará recurrir nunca más a los gritos para que sus hijos colaboren en casa.

Y todo esto, con sesiones en directo en las que Luis y yo misma profundizaremos en cada módulo, y os acompañaremos en este entrenamiento para ser una madre y un padre feliz y consciente. Escríbenos si quieres más información.

 

Hay muchísimas herramientas para aprender a controlar nuestras emociones, para eliminar la ira de nuestra vida, y conseguir, de una vez por todas, educar sin un solo grito.

¿Te apetece saber más? ¿quieres conocer más técnicas?

¡Dímelo en comentarios!

Con cariño,

Laura

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