¿Algunas veces sientes que no eres una buena madre? ¿Qué hacer cuando te sientes insegura sobre tu forma de educar?

¿Sientes que no estás haciendo las cosas bien?, ¿remordimientos por no ser esa madre que soñabas?, ¿recibes las críticas de tu suegra, de tu madre, de tu padre… y después te hundes?, ¿crees, además, que eres la única que te sientes así?

Pues tranquila porque ni eres la única.

Sobre todo si estás en el proceso de pasar de una crianza autoritaria a una crianza respetuosa.

Cuando empiezas el cambio, cuando dejas de gritar, cuando acompañas las rabietas de tus hijos, cuando te enfocas en soluciones… sientes que todo el mundo te juzga, te critican, te hacen dudar.

Dudas sobre si estás haciendo lo correcto.

Sientes que la situación se descontrola, que no sabes cómo actuar, te equivocas y te sientes culpable.

¿Te sientes así?

Pues vamos a ver qué hacer cuando te sientes insegura sobre tu forma de educar en este artículo.

 

Qué hacer cuando te sientes insegura sobre tu forma de educar

 

Me escriben muchísimas mamás preguntándome qué pueden hacer para sentirse más seguras, que la inseguridad las mantiene paralizadas y se sienten indefensas, sobre todo ante conflictos con sus hijos, malas contestaciones o malos comportamientos en general.

De hecho es probablemente uno de los mayores obstáculos que tienen nuestras y nuestros alumnos.

Sentirse insegura es completamente normal y nos pasa a todas en muchos, no sólo en la crianza.

Especialmente cuando haces algo que te saca de lo que es habitual, por ejemplo, cuando empiezas educar a tus hijos con respeto.

En general cuando te sacan (o sales tu misma) de aquello a lo que estás acostumbrada parece que se enciende una alarma y aparece la inseguridad para complicarte más las cosas. Hasta ahí es normal, no es que seas un bicho raro.

Ser madre no es fácil (ser padre tampoco).

Esto ya lo habrás leído muchas veces pero es que es la verdad: NADIE NOS PREPARA PARA LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA.

Las prisas, el trabajo, el cansancio y, sobre todo, la falta de tiempo, son los grandes enemigos de casi todo, pero especialmente, del trato con los hijos, que suele salir resentido.

Porque queremos darles todo lo que necesitan, y vemos que no llegamos.

No lo hago bien

Este es un pensamiento recurrente.

Es ese que nos hace sentir malas madres, malas parejas, malas profesionales…

Pero cuidado: estás ante un pensamiento, y los pensamientos se pueden cambiar.

 

¿Qué es hacer las cosas bien en la crianza y educación de un hijo?

 

Todos los padres queremos hacerlo bien. Y en muchas ocasiones tenemos dudas (nosotros también).

No sabemos si algo que ocurre es normal o no, si debemos intervenir en un conflicto o no, si esa rabieta (la 7ª del día) es normal o ya es cachondeo y desafío…

Madres y padres que no saben cómo prevenir, afrontar o resolver las dificultades que aparecen, y eso les provoca inseguridad, ansiedad, miedos y otras emociones negativas.

Mejor hecho que perfecto

 

Que aparezcan dudas es normal, incluso necesario (es lo que nos hace buscar la mejora, el cambio, la transformación).

Los niños crecen, pasan por distintas etapas, y hay muchos factores que afectan: su edad, etapa de desarrollo, personalidad del niño, personalidad de los padres…

Y a veces la inseguridad surge por no saber reconocer las etapas que atraviesan nuestros hijos, y ver malos comportamientos, retos o desafíos, en comportamientos normales de un niño o una niña.

Y porque queremos hacerlo perfecto, la cagamos.

Esta frase «mejor hecho que perfecto» me la enseñaron mis mentoras, y es algo que también llevo a la crianza de mis hijos.

Saber que me voy a equivocar, que me tropezaré varias veces con la misma piedra, pero que tengo claro el camino que quiero seguir, me ayuda a no caer en el perfeccionismo y en la autoexigencia.

Reconocer mis errores, pedir perdón, y esforzarme por hacerlo mejor mañana.

Saber qué hacer cuando me siento insegura sobre mi forma de educar

Ahí está la clave.

 

Miedo a las críticas.

 

Por mi experiencia acompañando a madres, el principal motivo de su inseguridad, y de que aparezca la culpa y el pensamiento de no estar haciéndolo bien, es uno:

 

Las críticas del entorno a tu forma de educar.

 

¿Hasta qué punto te afectan las críticas de los que te rodean? O peor, el miedo a las críticas…

No nos vamos a engañar, a todos nos gusta caer bien y que alaben lo que hacemos y no queremos que nos critiquen, eso es normal.

El problema es cuando las críticas o juicios de tu entorno te llevan a abandonar y volver a educar con gritos y castigos «porque es lo normal».

El miedo a las críticas, que no es otra cosa que el miedo al que dirán, a lo que opinen los demás, suele aparecer cuando quieres hacer algo que es radicalmente distinto de lo que haces ahora (como educar sin gritos ni castigos) y que va a implicar muchos comentarios, miradas, juicios…

O también puede pasar que tengas miedo al qué dirán si las cosas no salen bien.

El típico “si ya lo sabía yo, se te está subiendo a la chepa”, “pero a quién se le ocurre, eso es de hippies”, etc.

En estos casos, estas son algunas recomendaciones sobre qué hacer cuando te sientes insegura sobre tu forma de educar.

 

  • Sordera selectiva.

Cada vez que alguien te haga un comentario negativo piensa para ti “eso es lo que tu piensas, yo no estoy de acuerdo y no quiero educar así a mis hijos”. Incluso puedes asentir y sonreír. Cuando estás convencida de que educas como realmente quieres educar, no dejas que las críticas de los demás te paren.

 

  • No comentes tus intenciones hasta que no te sientas más segura.

A veces necesitas que pase un tiempo para sentirte más confiada, necesitas formarte un poco más, y así conseguir que te de igual lo que piensen los demás. Mientras ese momento llega no des muchos detalles si no quieres.

 

  • Busca una tribu de madres y padres que eduquen como tu.

Todos necesitamos sentirnos acompañados. Y si es de una tribu de madres y padres que te entienden, que educan de forma respetuosa, que pasan por los mismos obstáculos que tu, y que te pueden ayudar a mejorar, no te lo pienses.

«Para educar a un niño hace falta una tribu entera»

 

  • No des importancia a las críticas.

Normalmente, la gente habla desde su propia experiencia y sentir. Que ellos lo hicieran de una determinada manera, no implica que sea la única.

Piensa que a la gente le encanta dar consejos aunque no tenga ni idea de lo que está hablando (¿no has recibido alguna vez consejos de alguien que todavía no es madre?).

 

  • Escucha a alguien que tenga experiencia en tu situación.

Busca a quien ya haya recorrido este camino, que conozca las herramientas, y también los obstáculos que vas a atravesar (yo misma, jejeje).

Permitir que te acompañe quien ya ha hecho ese camino que tu estás emprendiendo, te evitará errores, tiempo y dinero. Te lo aseguro.

Porque si estuvieras enferma, irías al médico, ¿no?  ¿O harías caso a la vecina que te recomienda unas pastillas, simplemente porque a ella le fueron muy bien?.

 

  • Ten en cuenta que siempre te van a criticar por una cosa o por otra,

Hagas lo que hagas, habrá quien te critique. Una vez que asumas esto, será más fácil dejar que esas críticas «te resbalen».

 

  • Tener toda la información necesaria sobre lo que quieres hacer.

La ignorancia genera mucha incertidumbre e inseguridad, así que antes de bloquearte decide buscar toda la información que necesites sobre la crianza respetuosa. Generalmente eso ayuda a tener más claro qué hacer a continuación y ganar seguridad.

 

  • Formarte.

Estar formada y aprender sobre lo que necesitas tu y tus hijos, aumenta la seguridad en ti misma.

 

¿Te sientes presionada por tu entorno? ¿aun aplicando estas recomendaciones, no consigues que tu entorno te apoye?

 

Si es así, en este vídeo te cuento qué hacer cuando tu entorno critica tu forma de educar 😍

 

Con cariño,

Laura

 

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