El cerebro se moldea con la experiencia. cuando vivimos una experiencia, las neuronas se vuelven activas, se encienden. el cerebro tiene cien mil millones de neuronas, cada una con diez mil conexiones con otras neuronas de media. cuando las neuronas se encienden juntas, desarrollan nuevas conexiones entre sí, y con el tiempo, las conexiones derivadas de su activación conducen a la reconfiguración del cerebro.

Y esto no es solo aplicable a los niños y adolescentes, sino que podemos reconfigurar nuestro cerebro adulto en cada una de las etapas de nuestra vida. 

IMPRESIONANTE ¿NO TE PARECE?

Los bebés y los niños están continuamente creando nuevas conexiones neuronales para poder aprender y desarrollarse. Es fundamental que lo hagan si quieren sobrevivir y crecer de manera sana. En este mismo momento, el cerebro de tus hijos se está configurando y reconfigurando y las experiencias que les proporciones incidirán enormemente a la hora de determinar la estructura del cerebro, y en la forma en que tu hija o hijo entenderá y hará suyo su entorno y sus aprendizajes. 

Las experiencias que proporciones a tus hijos inciden directamente en la determinación de la estructura de su cerebro, y en la forma en que tu hija o hijo entenderá y hará suyo el entorno y sus aprendizajes.

Esto no te lo cuento para presionarte o agobiarte, al contrario.: Tomar conciencia de lo que influimos con nuestras acciones en el cerebro de los niños es lo que nos hará reaccionar y cambiar nuestra forma de educar.

Los padres ejercemos una papel esencial a la hora de proporcionar la clase de experiencias que ayudarán a desarrollar un cerebro resistente y bien integrado.

Tenemos que proporcionar experiencias a nuestros hijos que integren su cerebro, y que faciliten conexiones entre sus distintas partes, permitiendo que puedan pasar de un lado a otro (del racional al emocional y viceversa) sin que se quede encallada una emoción en un lado o en otro. e igual en sentido vertical (si quieres saber más sobre el cerebro, puedes ver este vídeo de nuestro canal de YouTube .

El hecho de estar dominadas o dominados por nuestro cerebro emocional, se denomina destape. Es cuando la corteza prefrontal se desliza (por estrés, un atasco, no ha sonado el despertador, gritos, el compañero está otra vez de baja, lavadoras sin poner, preocupaciones… todo esto produce que nos vayamos destapando poco a poco. 

Nos destapamos y los niños se contagian, por las neuronas espejo. ¿Qué captan las neuronas espejo del niño cuando nos ven nerviosos, gritando, furiosos…? ¿cuándo educamos? PUES AHÍ, ahí es cuando educamos. Cuando estamos destapados es cuando más vamos a educar. 

Destaparse es normal, no va a dejar de pasar, porque somos humanos. Habrá épocas en las que podamos controlarlo y otras en las que estaremos siempre destapados. Es normal y humano. 

La idea es que sabiéndolo, conociendo qué nos pasa y que perciben nuestros hijos cuando estamos destapados, saber que desde aquí no estamos enseñando nada bueno a nuestros hijos, nos ayudará a controlarlo y a volver a recuperar nuestra racionalidad, y tapar nuestro cerebro emocional. 

Cuando las emociones se desbordan el cerebro racional se apaga, el nuestro y el de los niños. Cuando nos destapamos volvemos a nuestro cerebro de 4 años o a nuestro cerebro adolescente, y por tanto, es fundamental no mostrar desde el destape lo que nuestro cerebro medio nos está diciendo. 

Es tener el valor de ser imperfecto, y no hacer o decir nada desde ahí.  

 

¿Cómo conseguimos no destaparnos, o volver a taparnos si es que nos hemos destapado? 

La primera clave para conseguirlo es el AUTOCUIDADO.

Llega nuestro bebé al mundo, y dirigimos toda nuestra energía a cuidarlo, y nos acabamos olvidando de nosotras mismas. 

Cuidarnos no es un derecho, es una obligación. si queremos educar bien, tenemos que estar bien, al revés no funciona. 

Imagina un taburete. Tiene 4 patas ¿verdad?

La pata personal (yo), la pata laboral y de responsabilidades (trabajo, casa, lavadoras, cenas…), la pata social (amigos, relaciones) y la pata de la familia y pareja. 

Como ves, las cuatro patas del taburete son necesarias para que el taburete sea estable y lo podamos utilizar para sentarse ¿verdad? ¿qué pasa si una de las patas desaparece? lo más probable es que nos peguemos un buen culetazo porque el taburete se volcará. 

Es necesario prestar atención a nuestras cuatro patas. Normalmente, las madres y padres tienen cubiertas dos de esas cuatro patas, la familiar y la laboral. pero descuidamos la personal y la social. es normal que según la época cuidemos más de unas que de otras, pero cada una de ellas es fundamental para nuestra estabilidad y, sobre todo, la de nuestros hijos, porque si nosotros no estamos estables, nuestros hijos, que se apoyan en nosotros, caerán también.

 

La segunda técnica es buscar un periodo de enfriamiento. 

Cuando nos destapamos, necesitamos enfriarnos para que nuestra corteza prefrontal vuelva a deslizarse y tape nuestro cerebro emocional. 

 

 

La mejor forma de hacerlo dependerá de cada uno. Puede ser respirar profundo 3 veces, repetir un mantra, cerrar los ojos y contar hasta 10, ir al baño y lavarse la cara, cantar… 

Otra técnica muy útil es el tiempo fuera positivo. ¿por qué pide un entrenador un tiempo muerto? pues para esto vamos a utilizar el tiempo fuera positivo. 

La idea es buscar un lugar dentro de casa, al que podamos acudir tanto nosotros como nuestros hijos cuando estemos destapados, y donde poder respirar y volver a tapar nuestro cerebro. 

No es un tiempo fuera punitivo, del tipo la silla de pensar, o mandarlo a su habitación para que piense en lo que ha hecho, nada más lejos de eso. 

Entre todos lo vamos a crear. podemos hacer una lluvia de ideas para darle un nombre (se puede llamar hawaii, la playa… echadle imaginación). cada uno puede llevar a ese lugar algo que le relaje: una revista, música, un libro, incienso, plastilina, hojas para dibujar, o para romper… 

Para acostumbrar a los niños a utilizar ese lugar sin que lo vean como un castigo o imposición, es necesario hacerlo primero nosotros. se lo podemos incluso explicar: hija, mamá está muy furiosa y necesita ir a hawaii para tranquilizarse y poder buscar soluciones. y te vas a hawaii. Si es tu hija la que está destapada, puedes invitarla a ir a hawaii, acompañándola tu o no (según lo que prefiera tu hija). La clave está en ofrecer, nunca imponer. Si tu peque tiene menos de 4 años, acompáñalo siempre. Si ya es mayor de 4, entonces puede ir solo o sola si así lo prefiere. 

Recuerda que educamos con el ejemplo, por lo que tu ejemplo y el uso que le des a ese espacio, determinará que a tu hija o hijo le guste, lo vea de utilidad o le cause rechazo. 

Espero que estas técnicas te resulten útiles para recuperar la calma, integrar nuevamente tu cerebro, y así, enseñar a tus hijos la importancia de calmarnos primero, para después tomar mejores decisiones.

Con cariño,

Laura & Luis

 

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