Uno de los primeros pasos que hay que dar para ser un padre o una madre consciente es conocer en profundidad qué es el Amor incondicional.

En este artículo te contamos qué es el amor incondicional y, lo más importante, la manera de llevarlo a la práctica diaria con tu familia.

¿Amor o miedo?

La primera vez que oí hablar de Amor Incondicional, casi de manera inconsciente, hizo que lo rechazara, que me pusiera a la defensiva.

¿Qué me sucedió? Me puso en contacto directo con mis miedos.

El miedo en sus diferentes manifestaciones va a estar en la base del tipo de personalidad que desarrollemos y es el mayor condicionante de nuestros comportamientos.

Dependiendo de cuánto miedo hemos acumulado, saltamos en mayor o menor medida, y muchas veces nos sorprendemos a nosotros mismos de nuestras propias emociones que desbordan nuestro interior.

 

¿Por qué salen estas emociones?

La respuesta es muy simple, porque están ahí.

El miedo es una sensación desagradable cuando somos niños. Cuando tenemos miedo y no nos calman, nos inmovilizamos y nos bloqueamos, generando impotencia. Si no se libera de manera adecuada, hará que se transforme en ira, rabia o frustración que sacamos con los más vulnerables: nuestr@s hij@s.

Cuando somos niñ@s nuestra capacidad para pensar y razonar es limitada. Todo lo contrario sucede con nuestra capacidad de sentir, que lo envuelve todo. Intentamos no sentir el miedo y lo vamos guardando de forma incosciente, ya que el cerebro está preparado para reprimirlo y anestesiarlo.

Cuando lo reprimimos se acumula y se intensifica.

 

¿De qué manera podemos soltar nuestros miedos?

Las madres y los padres somos el espejo en el que se ven nuestros hijos. El ejemplo es la clave de cualquier aprendizaje. Si tu como padre o madre eres capaz de liberar y regular tus propias emociones, tus hijos aprenderán a liberar y regular sus emociones. Imitamos la manera de manejar las emociones que  hacen nuestros padres, tanto si son capaces de liberar y regular sus emociones cómo si no son capaces.

 

“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones” JORGE BUCAY.

 

Todas estas memorias emocionales forman la base de nuestras experiencias y según estas, más tarde, desarrollamos las creencias y la autoestima que van a determinar la manera en que vemos la vida. Por eso es tan importante poder revisar y dejar salir ese dolor para que este no nos condicione en el presente.

Todo lo que tiene carga emocional basada en el miedo se graba de manera más profunda en la memoria. El miedo es una emoción, como todas las demás, necesaria que nos ayuda a adaptarnos y sobrevivir.

Es importante que tus hijos vivan el miedo de forma natural, saber que está ahí, saber identificarlo y saber qué hacer.

 

Cuando se utiliza el miedo para educar a través de gritos, castigos y amenazas se genera en el niño un “cortocircuito emocional”, ya que están preparados para que su padre y su madre le entreguen el mismo tipo de amor que ell@s sí que son capaces de dar.

El camino para comenzar a liberar este miedo, es a través del Amor Incondicional.

 

 

 

 

¿Qué es el Amor Incondicional?

El amor incondicional es la decisión de amar no importando las consecuencias ni las decepciones, porque se ama la esencia de la persona, sin importar si se equivoca o no.

Es aquel amor que se demuestra en cualquier situación.

Es la capacidad de dar o prestar atención plena a ti mism@ y al otr@.

Por tanto, primero hay que comenzar a darnos Amor Incondicional a nosotr@s mism@s.

Y una vez que hagamos esto, ya estaremos en disposición de ofrecer Amor Incondicional a todas las personas a nuestro alrededor, incluidos, por supuesto, nuestr@s hij@s.

No quiere decir que caigas en la permisividad y que tus hijos hagan todo aquello que quieran sin ningún control.

Para ello es necesario saber cómo establecer unos límites claros que ayuden a la convivencia familiar sin necesidad de gritar, castigar ni amenazar.(En nuestras formaciones ofrecemos soluciones para aprender a fijar límites respetuosos).

Si quieres saber más sobre cómo establecer límites en casa, lee este artículo. 

Como decimos, amar incondicionalmente no significa dejar a los niños que hagan lo que quieran, significa estar a su lado emocionalmente en cualquier situación, no importa que hayan pintado una pared,  que hayan pegado a su hermano, que hayan tirado un vaso de agua o que no se hayan comido la cena

Cualquiera de estas situaciones las puedes resolver acompañando a tu hijo emocionalmente, es decir, aunque estés enfadad@ desde la empatía mostrarte cercano y comprensivo.

 

Consecuencias de no recibir Amor Incondicional

No te quiero asustar, pero educar desde el miedo (no confundir miedo con respeto) tiene a la larga consecuencias no deseables para nuestro hijo. Algunas (ampliamente documentadas y avaladas) son:

  • Depresiones.
  • Ansiedades.
  • Perfeccionismo y autoexigencia.
  • Falta de autoestima.
  • Dificultad a decir no.
  • Falta de confianza.
  • Miedos-fobias.
  • Trastornos de la alimentación.
  • Algún tipo de adicción.
  • Necesidad de aprobación.
  • Rabia.
  • Violencia.
  • Problemas sexuales.

 

 

Cómo poner en práctica el Amor Incondicional

Nuestros hijos captan nuestros estados de ánimo a través de las llamadas neuronas espejo.

Si tenemos miedo, nuestros hijos tendrán miedo. Si tenemos alegría, nuestros hijos sentirán alegría.

Por tanto, si como padres sentimos amor por nosotros, nuestros hijos sentirán ese amor y hará que se active su propio amor.

Este amor no es una emoción, es un estado motivacional.

Una manera de estar en el mundo.

Al ponerlo en práctica se siente como atención, afecto, aprecio, aceptación, autenticidad, acercamiento, ánimo y apego.

Cuando somos capaces de prestar atención a todos estos detalles en nosotr@s mism@s se recuperan nuestras cualidades esenciales: la alegría, la curiosidad, la espontaneidad, la inocencia, la generosidad, la capacidad para expresar amor, la confianza…en suma, nuestro mejor ser.

A tus hijos este amor les incita a vivir, les da energía y les ayuda a prosperar.

 “Antes de querer cambiar al niño, tendríamos que querer cambiar nosotros”. CARL JUNG.

Este amor permite que tus hij@s puedan ser ell@s mism@s y que se sientan NO juzgad@s y sí apreciad@s, aceptad@s y atendid@s como necesitan.

7 claves para poner en práctica el Amor incondicional

  1. Mantén a raya a tu ego: Cuando tienes hijos surge la gran tentación de querer rellenar tu ego con las cosas que hagan tus hijos. Les puedes apuntar a clases de piano porque a ti te hubiera gustado hacerlo, o les puedes llevar a clases particulares de inglés porque a ti se te da mal hablar en inglés y quieres que tus hijos lo dominen. Haciendo esto corres el riesgo de crear una relación con tus hijos centrada en tus propios gustos e intereses. Ojo no estoy diciendo que no les lleves a clases de música, inglés, danza,…lo que estoy diciendo es que te cerciores que las cosas que propones hacer a tus hijos no surgen de tus pequeñas o grandes decepciones de tu vida. Ya que tarde o temprano tus hijos se darán cuenta de que en su vida quién toma esas decisiones no son ellos. ¿Cuántos abogados frustrados hay solo por el hecho de que sus padres/madres querían que estudiaran derecho? Tendrás que desaprender aquello que has aprendido a lo largo de tu vida. Vas a tener que cuestionarte aquellos principios que hasta hoy han condicionado tu manera de educar.

“Ten cuidado con lo que aprendes que no podrás olvidarlo” GOETHE

  1. Conectar con tu infancia: tendrás que hacer un viaje en el tiempo a tu infancia. Recordar cómo te transmitían AMOR, si tenían en cuenta tu opinión, si por ejemplo te dejaban llorar libremente, o por el contrario intentaban reprimir ese llanto, si se resolvían los conflictos de manera autoritaria, si utilizaban comparaciones contigo,…saber que le faltó a nivel emocional a ese niño o niña que fuiste. Cuando eres consciente de ello todo cambia, tienes la oportunidad de sanar esas heridas emocionales. ¿cómo lo puedes hacer? educando con respeto a tus hijos llenarás el vacío emocional que arrastras de tu infancia.

“Cuando recuperamos nuestra infancia, el amor vence al miedo” TOM ROBBINS.

  1. Tus hijos no quieren padres perfectos, quieren padres felices: haz aquellas cosas que te hagan feliz. de ahí es tan importante que cuides tus aficiones y gustos para que después de convertirte en padre o madre te reconozcas como persona. Teniendo una autoestima positiva de ti mism@ hará que saques tu mejor versión.

“Solo cuando seas feliz porque sí, solo entonces el mundo te lo regalará todo”

  1. Empatía: la empatía es junto con el ejemplo las dos herramientas más potentes que tenemos los padres y las madres a la hora de educar a nuestros hijos. La gran mayoría de personas piensan que son empáticas y en realidad no lo son. Para ponerte en el lugar de tu hij@ es necesario que conozcas sus necesidades reales de desarrollo, que las estimules y que las respetes.

“Si no tienes empatía y relaciones personales efectivas, no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos”.-Daniel Goleman.

  1. Aceptate tal como eres: quiérete con tus virtudes y tus defectos. recuerda que eres el ejemplo del que aprenden tus hijos. si les enseñas el camino de la aceptación personal aceptándote y queriéndote a ti mism@, les estarás mostrando el camino para que ell@s se acepten a sí mism@s. Esto no significa que no trabajes tus carencias, o trates de mejorar. Pero desde la responsabilidad y la compasión, no desde la culpa y la no aceptación.

“Cuando te aceptes, verás en ti lo que estás buscando en otros” Luis Rincón

  1. Perdonar y pedir perdón: saber reconocer que te has equivocado ayuda que tus hijos aprendan a pedir perdón. vivir sin rencor, ya que no aporta nada positivo. Dejar de recordar situaciones en la que tus hijos cometieron errores.

“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”. Madre Teresa de Calcuta

  1. Comunicación emocional positiva: cada día es necesario que tus hijos se vayan a la cama sabiendo que su padre y su madre les quieren, y si pasa una desgracia tipo tsunami y tus hijos sobreviven, que tengan la certeza absoluta de que su madre y su padre les querían porque se lo decían y se lo demostraban a diario. Para ello es necesario que establezcas maneras fluidas de expresar tus sentimientos hacia ellos y hacia ti mismo, que lo vean como algo normal y sano. Además, crear un tipo de comunicación en tu familia que ayude a resolver los conflictos sin gritos, sin amenazas ni castigos. En CFC ponemos a tu alcance recursos y herramientas para que conozcas la manera de llevar este tipo de comunicación con tus hijos.

«Sea lo que sea en lo que te conviertas, no me decepcionarás; no tengo preconcepciones. No deseo predecir en lo que te convertirás, solo deseo descubrirte”. Mary Haskell

 

Entender que es el AMOR INCONDICIONAL es uno de los “clicks” necesarios para educar en el respeto.

 

 

 

 

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