Quiero que mi hijo lea… ¿Cómo aficiono a mi hijo a la lectura?
Eso me preguntan muy a menudo: Quiero que mi hijo lea ¿Cómo lo hago?
¿Qué madre o padre no quiere que su hijo lea, que disfrute de la lectura, que amplíe su mundo a través de las páginas de un buen (o no tan buen) libro…
Hace poco grabé un vídeo (puedes verlo aquí mismo) en el que os contaba tres trucos para conseguir que los niños se aficionen a la lectura… vamos, para que tu hijo lea.
Y ha gustado tanto, que muchas mamás y papás me habéis pedido la misma info pero por escrito… Y como a mi me encanta escribir pues… aquí lo tenéis.
Yo soy una ávida lectora, es un placer taaaan grande, y cuanto más gordo sea el libro mejor (y si ya es una trilogía, o una serie de 10 libros, entonces ya es que me desmadro).
Ser lector… ¿se hace o se nace? ¿Se puede «aprender» el gusto por la lectura?
Pues ni si, ni no, ni todo lo contrario. Si quiero que mi hijo lea, y además disfute de ello, tendré que ayudarlo un poco.
La genética ayuda, pero no lo es todo.
Hay otros factores que apoyan u alejan esta afición. El ejemplo en casa es fundamental para lograrlo, pero también las lecturas imperativas y obligatorias en casa o en el cole pueden dar al traste con nuestro objetivo de lograr que disfruten leyendo.
Porque una cosa está clara: si no disfrutas leyendo, vas a dejar de hacerlo y te pasarás a Netflix al 100%. Y eso mismo les pasará a los niños.
Tenemos ciertos enemigos.
Es cierto que tenemos ciertos «enemigos» que harán difícil que tu hijo lea, como los videojuegos, la tele o los móviles… pero un buen uso de las tecnologías (habrá post específico, prometido) y poner en práctica los 3 trucos que os voy a contar, harán que sea mucho más fácil conseguir un ambiente «lector» en casa.
¿Vamos a ello? ¡Adelante!
3 trucos para conseguir que tu hijo lea, y disfrute de ello.
TRUCO 1: Si quieres que tu hijo lea, y que disfrute haciéndolo, es necesario que lo hagas tú también y lo hagas delante del peque. Si, que te vean.
Ten un libro en la mesilla de noche. Si estás en el salón, llévatelo al salón, tenlo cerca mientras cocinas… Que lo vean, que los niños vean lo importante que es para ti el libro que estás leyendo.
Y siempre que puedas, cógelo aunque sea para leer una frase. Es decir, en vez de coger el móvil y mirar facebook o whatsapp, coge el libro, ábrelo y lee una línea o un párrafo.
Si tu hijo viene y te reclama justo en ese momento, no pasa nada, le dices «un momentín cariño, acabo el capítulo (o llego a este punto, acabo esta página…) y estoy contigo y nos vamos a jugar».
Es decir, que vea que el libro es importante para ti, que te encanta leer – pero no tanto o más que jugar, claro, porque podrías generar que vea al libro como un enemigo (que por cierto, eso ya está pasando con los móviles de mamá y papá, que cuando son pequeños los ven como enemigos porque papá o mamá están más con el móvil que con ellos, y cuando crecen se convierten en una necesidad porque es lo que han «mamado») -.
No hace falta que leas todo el día, o mucho rato. Es suficiente con que tu hij@ te vea y perciba lo que te gusta.
TRUCO 2: Cuéntale cosas de los libros que tengas en casa y hayas leído.
Cuéntale el argumento, las aventuras que contiene, los misterios, las investigaciones, los de miedo… Y ponle emoción (sin exagerar, que eso se nota mucho y se lo pueden tomar como un «ya me está vendiendo el libro»).
Por ejemplo, en casa somos fans (muy fans) de Harry Potter. Yo he leído todos los libros, muchas veces, y he visto las pelis con Pablo. Yo a Pablo le cuento cosas que salen en los libros que no salen en las películas y alucina. Está deseando poder leer los libros porque sabe que contienen muuuuucho más que las películas.
Otro ejemplo, a Pablo, al igual que a mi, nos apasiona el antiguo Egipto, los dioses, faraones, cultura, tradiciones… Tengo bastantes libros y novelas ambientados en esa época de Egipto y a día de hoy, Pablo está también deseando leerlos, porque le he contado lo que contiene cada uno, algún personaje que me ha apasionado, algunas aventuras que corren los personajes del libro…
TRUCO 3: Id juntos a una biblioteca o a una librería.
Ir al parque está fenomenal, y es necesario, pero… ¿Conoce tu hij@, o tu mism@, la biblioteca del barrio? Id juntos, elegid un libro y leedlo juntos. O id a una librería, elegid un libro cada uno, uno para ti y otro para tu hijo, compradlos y buscad ratitos para que cada uno lea su libro recién comprado.
¡Y luego comentadlos!
¿Qué está pasando en tu libro? ¿Cómo es el protagonista? ¿Qué es lo que más te ha gustado de lo que has leído? A mi…
LA LECTURA (Y QUE TU HIJO LEA) COMO VALOR FAMILIAR Y HÁBITO
Uno de los valores que queremos Luis y yo fomentar en casa es el de la pasión por la lectura. Así que uno o dos días a la semana, ponemos una música (venga, va, os cuento la frikada, pongo la música de «la comarca» de la BSO del Señor de los Anillos, como música de transición a la actividad de lectura) y así, al escuchar esa música, todos sabemos que toca el ratito de lectura.
Cada uno coge su libro, nos vamos juntos al salón o al rincón de la calma, y leemos 10 o 15 minutos.
Lo hemos instaurado como hábito. Y nos encanta.
ENEMIGOS DE LA LECTURA
Sólo una cosa puede mandar a la porra este objetivo (bueno, 3 cosas):
- Que le obligues o le obliguen a leer. Porque lo que se hace por obligación e imposición no mola, lo hará obligad@ y se opondrá a ello.
- Que jamás te vean con un libro en las manos.
- Que no haya libros en casa.
DEBE EXISTIR COHERENCIA EN CASA.
Para todo, pero sobre todo para la crianza respetuosa, debe existir coherencia:
- Si quiero que te guste la lectura, no te puedo obligar. Tienes que descubrirlo por ti mism@.
- Si en el cole te obligan a leer, yo te propondré libros que molen, para que no conozcas solamente el libro petardo del cole.
- Si quiero que te gusten los libros, debo tener variedad, dejarte elegir, irnos juntos a toquetear libros para ver cuál me llama… Si en cambio, quiero que te apasiones por los móviles, simplemente tengo que dejar que me veas todo el día con el móvil (¿puede ser que esto esté pasando en tu casa?).
Así que ya sabes lo que hay que hacer…
¡Manos a la lectura!
PD. Ah! Recuerda que los trucos son para hacerlos todos, no vale sólo uno, o hacerlo de forma inconsistente. Los hábitos se adquieren e integran a base de constancia y repetición. Ah! y de no forzar 😊.
Si quieres, puedes leer este artículo donde te cuento como conseguir tener paciencia con los niños… porque para instaurar un hábito, se necesita paciencia.
Cuéntame… ¿Cómo lleváis la lectura en casa? ¿Estás haciendo alguna de las cosas que propongo? ¿Lo vas a poner en práctica?
¡Te leo!
Con cariño,
Laura
hola Laura. yo no estoy haciendo ningún hábito de lectura en casa. por las noches a veces intento leer juntas un libro y le pongo pasión, pero ella no presta atención. se le va más la cabeza para el móvil. un puntazo tu blog de lectura y lompondré en práctica. muchas gracias por todo. eres increíble, cuanto te necesito para el día a día. siempre aprendí cosas, aunque a veces se me vayan de las manos. volvieron los nervios a mí por no poder a todo. yo voy escuchando los módulos, mientras hago las tareas, pero no estoy tomando notas. y creo que es un grave error. casi voy a volver a comenzar con el curso para sacarle el más partido posible… muy triste por no poder estar en la charla del otro día. me comió la rutina y el no saber organizarme. muchas gracias. un saludo y muy buenas noches!